miércoles, 31 de octubre de 2007

Pócima Nº 74: En vuelo


abriste mis brazos para darme el cielo
y siendo tu hembra fui cóndor en vuelo...

en la misma cama crecieron espigas
esperanzas frescas
racimos
plegarias

teniéndote adentro
apreté mis piernas
en pulsos de tierra
temblando de lluvia

y el cosmos entero
descendió a mi vientre
subió hasta mi frente
y coronó mi éxtasis con su diadema infinita...









© 2007 by Orquídea

sábado, 27 de octubre de 2007

Pócima Nº 73: Besos

Dedicada a la noche de luna llena en tauro, a M. A. y a la magia gitana...
Como el agua horada la roca
asi llegaron tus besos a mí.
No fue sólo sentir que mis labios se abrían
para recibir a los tuyos en perfecta amalgama.
Fue mucho más que eso.
Fue sentir que el mar embravecía en mi boca
y que con tu lengua rompías candados y penetrabas fortalezas,
rescatando princesas agonizantes y perlas atragantadas.
Tus besos fueron como canciones gitanas,
ígneo flamenco encendiendo mis caderas.
Bendiciones de tu Hálito
Líquidos en movimiento
Trenzas de sol y de luna
en la noche del deseo.
Besos de agua, de tierra,
de búsqueda de lo infinito.
Besos que encadenaban
nuestras magias y hechizos.
Besos que nos liberaban
del ardor del camino.
Besos
Besos
y más besos...
refrescando nuestros pies de peregrinos
Besos
Besos
y más besos...
cocinando los manjares del destino
Besos
Laaaaaaaaaaaaaaaaargos
Extendidooooooooooooos
Profundos como el misterio de tus ojos moros
oscuros como el ojo de la misma madrugada...
Nos besamos tanto
hasta perdernos juntos,
hasta encontrar las alas capaces de germinarnos.
Buscábamos nuestras bocas
como un lactante busca el pezón de su nodriza,
con esa necesidad, con esa ceguera,
con esperanza
-desesperados-
abrigando con las lenguas nuestro desamparo...
voraces,
pequeños,
diminutos,
hasta desaparecer uno dentro del otro...
Hasta tragarnos tanto, con tanto hambre,
que cuerpo y alma
comulgaron en espíritu.
Carnes temblorosas, miedos descuartizados.
Cuchillos transformados en anillos de oro.
Nuestra cama de fuego custodiana por escorpiones
la intensidad rojiza emocionando hasta soltar venenos,
y queríamos pegarnos más, más estrechamente, no nos alcanzaba el cuerpo
ni la embestida de la penetración, queríamos más, necesitábamos más,
trascender los límites de la materia,
penetrarnos mucho más allá de los mundos.
Conocer esa unidad que tanto añora nuestro ser.
Mis dos bocas recibiendo a tus dos lenguas,
voraces, erectas, colmadas de licores ,
latidos tan cercanos, oyéndose con devoción
degustando uno a uno sus sabores...
Y en el pulso medular de la fusión extrema ,
cuando la luna alzó su grito en celo
cuando desaguaste en mi boca tu voz de hombre
y desagué en tu boca mi voz de hembra
no fuimos más que dos corazones sin sexo,
buscando la pureza del amor más básico.
© 2007 by Orquídea

Pócima Nº 72: Lluvias


Varias lluvias han pasado por mí
y sin embargo, tu aroma sigue adherido a mi piel
parece exhalado desde adentro de mis poros,
pero es tuyo, y me persigue...

una brisa siempre te trae ( sea verano o invierno )
una tempestad siempre me muerde con el filo de tus dientes
una luna siempre deja tu marca en mis noches de desvelo...

Pasan los días, siguen las tormentas,
gotas, lágrimas, jabones,
barros y espumas que el tiempo crea...

-todo está tan lavado-
y sin embargo tu aroma sigue aquí: intacto
tocando el tacto de todos mis sentidos

¿Cómo habrás creado tu perfume?
¿Con qué extractos, con qué dulzuras, con qué bramidos?
Es más fresco que el olor a tierra mojada
y más dulce que el licor de néctar
y más fuerte que el territorio
que has surcado con miel alrededor de mi danza.

Mi olfato te respira ,siempre te rastrea...
una brisa siempre te trae
un ardor siempre me quema (como tu lengua lo hacía)
...tantas lluvias han pasado...

Mi voracidad se estrella en la nada raquítica
de vivir con tu ausencia,
y aún así,
cada uno de mis días es ungido por tu perfume único.










© 2007 by Orquídea

miércoles, 17 de octubre de 2007

Pócima Nº 71: Canción del Colibrí


Colibri
ven a mí
llena de polen mi útero vacío.
Ya no creo en príncipes azules
sólo quiero tomarme un café contigo
sumergiéndome en la franqueza de tus ojos.
Colibrí
ven a mí
llena de polen mi útero vacío.
Ya no creo en promesas y regalos
sólo quiero la certeza de un instante
y sentir la tibieza de tus manos.
Colibrí
ven a mí
llena de polen mi útero vacío.
Ya no creo en lamentos y desvelos
sólo quiero tu palabra simple
calmando mis desaciertos.
Colibrí
ven a mí
llena de polen mi útero vacío.
Ya no creo en el amor para siempre
sólo quiero la humedad
que derrama tu simiente.
Colibrí
ven a mí
llena de polen mi útero vacío.
Ya no creo en poemas aburridos
desordéname la vida y
embriágame los sentidos.
Colibrí
ven a mí
llena de polen mi útero vacío.
Ya no creo en el invierno eterno
quema mi desconsuelo
y deshiela mis abismos.
Colibrí
ven a mí
llena de polen mi útero vacío.
Ya no creo en fieles incorrumptibles
sólo quiero tu humanidad
en perfecto desequilibrio.
Colibrí
ven a mí
llena de polen mi útero vacío.


© 2007 by Orquídea

martes, 16 de octubre de 2007

Pócima Nº 70: La espera

El cantar de los cantares me rocía
dulcemente desnudando mis temores.
Pétalos caen sobre mi cabello lacio
coronando cielos , derramando amores...
Voces y ecos llegan del desierto
cáctus y orquídeas mezclando sabores
sequedades rotas por espinas y estrellas
humedades rojas, polen, néctar y temblores.
Te anhelo, te busco, te arrastro por mis calles
adoquines sin suerte, donde crece la hierba
la vida siempre emerge, verde,
- se abre paso-
irrigada, pulposa, perfumada como menta fresca.
No hay muerte que derribe la ansiedad de tocarte
siempre giras en mi boca, aunque no pueda nombrarte.
No conozco aún tu rostro ni tu mirada profunda
pero percibo tus pasos acercándose a mi cama.
En mi almohada hay cascabeles y mariposas durmiendo
que sueñan con tus palabras acariciando sus alas.
Encapsulada en la noche
ardiendo por no besarte
soy crisálida sin brillo aguardando tu llegada.
El reloj pulsa impiadoso
cada tramo de tu ausencia
detallista, puntilloso
me desgarra la paz ciencia.
...y el cantar de los cantares se desprende de mi libro
con sus hojas amarillas aleteando en el silencio
como otoño oscureciendo el destello de mis ojos
desaguando la tristeza de esta extensa madrugada.



© 2007 by Orquídea

miércoles, 10 de octubre de 2007

Pócima Nº 69: Luz verde


Dedicado a A.


Las puertas de mi alma ya se abrieron
y tu corazón sigue ahuyentándome.
Las voces del desierto aparecieron
cantando los miedos que dejó el ayer.

¿Cuándo será el día en que tu magia me reciba
y no se escape en el amanecer?
¿Cuándo habrá un poema que desate toda pena
y la libere hasta renacer?

Bajo la escalera, cruzo vías y silencios
busco el pulso de tu pecho, que me haga entender.
Negras y corcheas, media lunas en tu frente
néctar, truenos y tormentas
que apaciguan la sed.

¿Cuándo será el día en que tu dulce melodía
llene el aire de luz verde para no retroceder?
¿Cuándo habrá un poema que desate la nostalgia
y traiga la confianza para volver a creer?

Tus ojos en mis ojos
son un pacto muy sincero
una trama luminosa que se vuelve a tejer
Te abrazo como nunca y acepto este juego
aunque sigas espantándome...

Tu sonrisa abre un camino
y mis pasos van allí
imantando mi destino
tomo el riesgo y digo SÍ.

¿Cuándo será el día en que tu magia me reciba
y no se escape en el amanecer?
¿Cuándo habrá un poema que desate toda pena
y la libere hasta renacer?
















© 2007 by Orquídea