abriste mis brazos para darme el cielo
y siendo tu hembra fui cóndor en vuelo...
en la misma cama crecieron espigas
esperanzas frescas
racimos
plegarias
teniéndote adentro
apreté mis piernas
en pulsos de tierra
temblando de lluvia
y el cosmos entero
descendió a mi vientre
subió hasta mi frente
y coronó mi éxtasis con su diadema infinita...
© 2007 by Orquídea
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