viernes, 2 de mayo de 2008

Pócima Nº 102: El Círculo


I


Como espejos de obsidianas

mis ojos reflejan tu pureza.

En un charco de espejismos

gira tu niño y se marea;

embriaga su esqueleto,

ablanda cada eje,

cada uno de sus huesos,
se desvanece dejándose caer,

hasta encontrar aquello

que verdaderamente lo sostiene.



II


No hay embrujos,

sólo hay tacto.

No hay hechizos,

sólo hay piel.

La piel de la tripa de tu alma y la mía,

trenzadas,

benditas,

paganas,

engrasadas y resbaladizas.

Sin miedo/genuinas/fluyentes.

Etéreas, carnales,

llenas de luz y de abismos.



III


Cierro el círculo

y en él puedo verte

observarte, conocerte,

intercambiar, aprender.

Cierro el círculo

y me embarazo

de este vínculo libre.




© 2008 by Orquídea

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