pintura de Nicolleta TomasLa boca de la noche está entreabierta
sus labios anchos gotean tus sabores
roza mis sábanas con su misterio hondo
enciende el fuego desaguando mis temblores.
Me desquicia con su lengua enrojecida
torbellino que humedece mi entrepierna
terciopelo de pasiones sin saliva
cielos lejanos, lloviznando en mí tu ausencia.
Mudez sombría que ha anidado en la ventana
como anida la tristeza - sin aviso-
ancla oxidada en mi armadura fría
que evita abrir la puerta a tu llegada...
Pero la noche se cansó, y a mi cobardía
la des-hizo en un suspiro sin palabras
abrió inmensa su mandíbula extendida
y constelaciones enteras me tragaron
derramando mil poemas y susurros
triturando cada miedo en sus mordidas...
Y entonces el viento estival te trajo,masculino,
y tiñó de esperma y polen el ambiente...
corrí a la puerta cuando sentí tus pasos
y abrí mi olfato para Ver a tu simiente...
Ahora tus palmas rodean mi cintura
golpeando el ritmo gitano en mis caderas
bebes mi espíritu a sorbos lentos y elegidos
como aguardiente de néctar y dulzura
Tomas mi calma sin piedad alguna
de mi cama y de mi alma eres el dueño,
me insuflas melodías bajo la luna plateada,
y el silencio triste de mi vida oscura
se vuelve manso a la luz de tu mirada...
Y haces de mí tu yegua salvaje y blanca
y me guías por los mundos más lejanos
me paseas por los caminos temidos
y me montas sobre tus sueños amados
para navegar contigo -sin hechizos-
todos tus mares y tus desventuras
como hipocampos azules
-confiando-
trenzando sangre y semen en arte sagrado
tejiendo redes que nos hagan libres
armando amores que nos fortalezcan
-juntos-
creando magnetismo en cada gota de agua
colmando de deleite el pulsar de cada estrella...
© 2007 by Orquídea