Pócima Nº 80: La Boda

Vuelcas tu sonido adentro de mi boca
como manantial de tormentas frescas
tu rugido de león colma mi cáliz
y derrama de placeres la conciencia.

Entre sueños me enredo entre tus piernas
te abrazo fuerte, me adueño de tu espalda
pego mi vientre sobre tu piel dormida
tu respiración es melodía que me amansa.

Milenios hace que no abro así mi pecho
Siglos enteros que no creo en la esperanza
pero tu mano firme me sostiene
y siento semillas germinándose en mi palma.

Hombre de lunas y de vientos extranjeros
nómade zíngaro que menguas las tristezas
gitano oscuro que ilumina mi memoria
ojos de fuego que abren ardiendo mis puertas.

Quiero ofrendarte mi almíbar y mis joyas
y hacer de mí tu casa más sagrada
mi útero rojo bendecirá tus pasos
todas tus alas, tus prisas y tus calmas...

Y en el desierto humedecido por las almas

seré devota danzarina de las copas
que han espejado la alegría del encuentro
brindando al cielo el deleite de las bodas.

Vuelcas tu sonido adentro de mi boca

como racimos de uvas y de esperma

fertilizando mi espíritu libre

llenándolo de oasis, estrellas y poemas...

© 2007 by Orquídea