Me gusta lo cercano.
Pero hay algo en la distancia
que me atrae intensamente;
como un magnetismo sensual,
como un llamado irresistible.
Me gusta llegar.
Pero más me gusta
ese tramo que camino
cuando decido ir...
Me gusta sentir tu erección
detrás de mí,
la dureza latiente
que me embiste sin prudencia.
Pero hay "algo" en tu mirada
cuando aún no me has tocado,
una conexión telepática
anterior a todo tacto
que me seduce,
que puede con mi vida,
que me quema hasta las cenizas
para después renacerme
de un soplido.
Es como escuchar
tambores desde lejos...
la vertiginosa felicidad
que causa lo que
aún no ha sucedido...
Me gusta tu cuerpo
contra el mio,
nuestros líquidos
mezclados,
alquimia de los sentidos...
pero cuánto deleite da
el aroma que queda
de tu perfume
cuando ya te has ido...
gozo extraño
e incompleto
como la gota
del elixir
de una futura promesa
que jamás se ha prometido...
© 2007 by Orquídea
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