
Velos transparentes
movidos por el viento
Pestañas larguísimas pintadas
con la espesa negrura de la noche
Los labios coloreados de rojo intenso
como pétalos de rosa henchidos de agua
Pulseras de oro
chocando entre sí
-rítmicas-
femeninas
Big Bang de placer mientras me acicalo
arabescos dibujados con pluma de cisne
destino revelado en la línea de los pies
Estoy tumbada sobre un colchón de avena
fardos de heno sostienen mi espalda
flores de lavanda perfuman mi cuerpo
Tengo un pequeño frasquito
que guarda un elixir
antiguo
-antiquísimo-
con el que se embellecían las mujeres del desierto
las reinas
las amantes
las sacerdotisas...
Lo abro con delicadeza
y pongo una gota
debajo de mi ombligo
otra encima de mi clítoris
y la última sobre mi frente,
justo en el centro de mi tercer ojo...
Reposo...
Suspiro...
Espero...
Siento el galope de un caballo
blanco
potente
sus musculos tensos
definidos
-irrigados de sangre caliente-
marcados por el sudor del camino
El latido de mi corazón
me afirma que el jinete eres tú
hombre lejano
extranjero
sediento
que vienes por el bálsamo
de mi sexo líquido
vizcocidad fluida que danza
al son de las mareas
Soy Hija de la Diosa
Prostituta Sagrada
Servidora del Templo
Mujer de Luz
que ilumina tu abandono
Destello plateado
que vuelve a conectarte
con la Fuente de la Vida......Ven...descansa...
quítate la armadura
deja tus armas en el suelo
-la guerra es sinsentido, profanación, sacrilegio-
déjame acariciar tus miedos
bebe una copa de vino
prueba esta fruta jugosa
-manzanas caen como óvulos fértiles sobre la tierra-
déjame ungir cada centímetro de tu ser
déjame amarte como amamos nosotras...las hijas de la Luna...
© 2007 by Orquídea